11 ABR 2025

La Ley de Protección de la Fuerza Laboral Religiosa desempeñaría un papel fundamental en el avance del ejercicio religioso de los estadounidenses

“No podríamos servir a nuestros diversos rebaños, que reflejan la rica diversidad de nuestra sociedad en general, sin los hombres y mujeres fieles que vienen a servir a través del Programa de Visas para Trabajadores Religiosos”, dijeron el arzobispo Broglio y el obispo Seitz en una carta al Congreso esta semana.     

                                                                                                                                                                                                                                                                                           ABRIL 10 DE 2025


WASHINGTON – “No podríamos servir a nuestra diversa congregación, que refleja la rica diversidad de nuestra sociedad en general, sin los hombres y mujeres fieles que vienen a servir a través del Programa de Visas para Trabajadores Religiosos”, declararon el arzobispo Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), y el obispo Mark J. Seitz, presidente del Comité de Migración de la USCCB, en una carta dirigida al Congreso esta semana. Ambos obispos instaron a los legisladores a impulsar una “fuente de alivio muy necesaria” para las comunidades de todo Estados Unidos mediante la aprobación de la Ley de Protección de la Fuerza Laboral Religiosa (RWPA, por sus siglas en inglés), una ley bipartidista y bicameral (S. 1298 y H.R. 2672). Su aprobación, afirmaron los obispos, promovería el libre ejercicio de la religión en nuestro país para beneficio de todos los estadounidenses.


El RWPA es una medida simple y específica que, de promulgarse, se basaría en precedentes legales vigentes para brindar flexibilidad a los trabajadores religiosos nacidos en el extranjero y a sus empleadores en Estados Unidos, quienes enfrentan un creciente retraso en la categoría de visas de cuarta preferencia (EB-4) basadas en el empleo. Debido a este retraso, quienes soliciten hoy a través de la categoría EB-4 se verían obligados a esperar más de una década antes de recibir la residencia permanente en Estados Unidos. Esto afecta la diversidad de tradiciones religiosas que dependen del Programa de Visas para Trabajadores Religiosos.


Bajo el RWPA, quienes ya se encuentran en Estados Unidos con una visa R-1 (normalmente con un límite de cinco años) y hayan solicitado la residencia permanente podrán permanecer en el país con su estatus actual de no inmigrante por períodos renovables de tres años hasta que puedan recibir la tarjeta de residencia permanente. De no existir esta exención, los titulares de visas R-1 que esperan un ajuste de estatus se verán obligados a abandonar el país y abandonar sus ministerios. Además, bajo la normativa vigente, quienes se enfrentan a esta situación no pueden regresar con una visa R-1 posterior durante al menos un año, lo que genera dificultades significativas para los trabajadores, sus empleadores y las personas a las que sirven. Ya se han dado numerosos casos de este tipo que involucran tanto a católicos como a no católicos.


“Los beneficiarios del Programa de Visas para Trabajadores Religiosos brindan una variedad de servicios y desempeñan un papel fundamental en el fomento del ejercicio religioso de los estadounidenses comunes”, declararon el arzobispo Broglio y el obispo Seitz en su carta. En el contexto católico, estos trabajadores incluyen sacerdotes, hombres y mujeres de órdenes y congregaciones religiosas, y otros laicos que prestan servicios en una amplia gama de ministerios. Algunas parroquias, especialmente las de zonas rurales o aisladas, se verían privadas de acceso regular a los sacramentos si no fuera por estos trabajadores religiosos. Además, las diócesis con grandes poblaciones inmigrantes dependen de los trabajadores religiosos nacidos en el extranjero por su experiencia lingüística y cultural... En resumen, un número cada vez mayor de familias estadounidenses no podrán practicar los principios básicos de su fe si no se aborda esta situación. Asimismo, los hospitales se quedarán sin capellanes, las escuelas sin maestros y los seminarios sin instructores.


Elogiando a los copatrocinadores del proyecto de ley por su firme liderazgo al abordar este desafío nacional, los obispos instaron a todos los miembros del Congreso a unirse a ellos en apoyo a la RWPA. La carta completa está disponible en el sitio web de la USCCB.


Religious Workforce Protection Act Would Play Pivotal Role in Advancing the Religious Exercise of Americans | USCCB

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