ROBBINS – Los fieles de la Misión de San Juan Diego se reunieron el 8 de septiembre para la Misa con el Obispo Luis Rafael Zarama y la adoración al Santísimo Sacramento.

“Tuvimos una iglesia llena de feligreses felices y orgullosos”, dijo el padre Javier Castrejón, vicario judicial de la diócesis y administrador de la misión. “El templo estaba lleno, además del vestíbulo y parte del almacén de la iglesia, alrededor de 400 participantes”.

El padre Javier dijo que se celebró adoración antes y después de cada misa de ese día, y que la Eucaristía se celebró en la custodia del centenario, que viaja por la diócesis este año en conmemoración del centenario de su fundación.

Uno de los momentos más destacados del día fue el canto compartido por un coro de niñas.

 “Todo esto ha sido una gran bendición… la gente estaba tan contenta y emocionada porque teníamos a nuestro obispo, que nos habló con palabras sencillas, directo de su corazón a nuestro corazón, que nos dejó ver cuán grande es el amor de Dios por nosotros y que él trabaja de diferentes maneras para sanarnos”, dijo el padre Javier. “Nos dijo que el amor de Dios es como cuando comemos un rico taco con chile picante, que derramamos lágrimas al comerlo pero que al final decimos: ‘esto está súper rico’. Todos entendieron este ejemplo… nos reímos mucho”.

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